A muy temprana
edad se sintió atraído por todo lo relacionado con la tecnología.
Muchos fueron
los dispositivos electrónicos que sufrieron su curiosidad por saber cómo
funcionan las cosas, curiosidad que ha sabido mantener a día de hoy y que supo
encauzar hacia una brillante carrera profesional.
Estudió Computer
Science en la Saint Louis University de Missouri.
Defensor de la
buena connotación del concepto “Hacker”, lo considera estrechamente relacionado
con el desarrollo de la inherente curiosidad humana y la satisfacción del mero
aprendizaje.
Hacker de
vocación, experto en ciberseguridad de profesión, compagina su labor profesional
con la docencia, actividad que le reporta una gran satisfacción. Conoce bien
las ciberamenazas a las que están expuestos sectores como la banca, las
aseguradoras y los operadores de telecomunicaciones, dónde ha trabajado en
diferentes grupos dentro del ámbito de la ciberseguridad, desarrollando labores
de hacking ético, respuesta a incidentes, análisis forense y prevención del
fraude electrónico.
Ha liderado
numerosas investigaciones y estudios en ámbito del fraude electrónico,
enfrentándose a escenarios tan complejos y sofisticados como el fraude de IRSF
(International Revenue Share Fraud) mediante ataques a dispositivos de voz
sobre IP o la suplantación de tarjetas chip (SIM Card) mediante ataques a la
red de señalización SS7.
Dispone de un
observatorio propio que ha ido construyendo a lo largo de los últimos diez
años, desplegado internacionalmente y a través del cual analiza el
comportamiento malicioso y las últimas tendencias mediante señuelos que son
atacados por las mafias que han visto en el mundo digital una fructífera tierra
repleta de oportunidades delictivas de las cuales que sacar provecho.
Socio fundador
de la Asociación Internacional para la Cooperación en la Prevención del Fraude
(ICPF).